Confianza del consumidor
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El presente estudio pretende investigar el impacto de las capacidades organizativas en la implantación con éxito del negocio electrónico. Más concretamente, el estudio propone un marco conceptual tridimensional, que incluye las “capacidades de aprendizaje organizativo”, las “capacidades de gestión del conocimiento” y la “preparación organizativa”. Este enfoque multidimensional se ha explorado de forma aleatoria en la literatura existente, por lo que el examen del marco conceptual propuesto constituye un interesante tema de investigación.
El marco conceptual propuesto se puso a prueba en una muestra de empresas griegas con una participación en línea. Se utilizaron ejecutivos de sistemas de información como encuestados clave. La muestra final estaba formada por 213 empresas. Se examinaron a fondo la fiabilidad y la validez del nuevo cuestionario desarrollado. Los datos empíricos se analizaron mediante la técnica del “modelo de ecuaciones estructurales”.
Los resultados del estudio revelan que la “disponibilidad de formación”, el “nivel de conocimientos” y el “intercambio de conocimientos” son los factores más significativos para implantar con éxito el negocio electrónico. Además, el “tamaño de la empresa” parece ser otro determinante importante. En cambio, la “experiencia técnica”, la “acumulación de conocimientos” y la “aplicación de conocimientos” no resultaron tener un impacto estadísticamente significativo en la implantación del negocio electrónico.
La confianza en el comercio electrónico
Resumen Se considera que una presencia efectiva en la web es un requisito previo para el éxito de la relación comprador-vendedor en Internet. La puesta en práctica de dicha presencia en la red requiere la consideración y aplicación de varios factores importantes, entre los que se incluye la utilización adecuada de la tecnología de Internet. Además, la industria electrónica no puede permitirse pasar por alto la cuestión de la confianza del consumidor. Esta cuestión suscita la pregunta de cómo cuantificar estos conceptos para que puedan integrarse en un entorno interactivo de Internet. En este artículo se analiza la cuestión de la confianza y algunos de los problemas inherentes a ella. A continuación, se investigan varios estudios y modelos que han abordado estos problemas y se propone un nuevo modelo de confianza para crear aplicaciones de comercio electrónico.Palabras clavePresencia social John Benjamin Confianza del consumidor Comunicación intercultural Comunicación mediada por ordenador
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Esto supone un inconveniente menor, pero solucionable, para las empresas basadas en productos que sólo tienen presencia online. La pregunta es: “¿Cómo desarrollamos la confianza del cliente en el producto para que lo compre antes de probarlo físicamente? Es una pregunta a la que hay que dar respuesta rápidamente, ya que las compras online son cada vez más frecuentes.
La confianza del consumidor puede aumentar cuando una marca desarrolla la confianza con su público. Responder a las preguntas de los consumidores, ofrecerles garantías de calidad y ayudarles a elegir el producto que más les conviene con la flexibilidad de las devoluciones y los cambios, puede minimizar cualquier resistencia o preocupación a la hora de realizar compras online. Veamos cómo las empresas pueden abordar los inconvenientes más citados de las compras en línea.
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Tercero de confianza en el comercio electrónico 2022
En línea, la interacción física y la posibilidad de comprobar la profesionalidad de un minorista o de los proveedores son limitadas. Según una encuesta realizada a 24.000 usuarios de Internet en 24 países, el 22% dijo que nunca compraba en línea, y de ellos, el 49% adujo la falta de confianza como motivo.
No es de extrañar que el desarrollo de la confianza en línea sea más complicado cuando el consumidor está en un país y el proveedor en otro. Los consumidores pueden no estar seguros de beneficiarse de las mismas protecciones. ¿Se manejarán los datos de su tarjeta de forma segura y podrán devolver un artículo defectuoso? En algunos casos, los consumidores pueden no darse cuenta de que están comprando en el extranjero.
Desde el punto de vista de los proveedores, los bajos niveles de confianza transfronteriza pueden afectar a las oportunidades de exportación, sobre todo para las pequeñas empresas sin poder de marca a nivel mundial. Las normas poco claras sobre la confianza de los consumidores también pueden causar incertidumbre en torno al cumplimiento, y puede ser engorroso adaptarse a los diferentes enfoques entre los países.
Muchas partes interesadas también consideran que las normas de protección de la información personal forman parte del conjunto de herramientas de protección de los consumidores en línea, sobre todo en lo que respecta a la información en un intercambio entre empresas y consumidores (B2C). Según la UNCTAD, el 58% de los países tiene normas en vigor, mientras que el 21% no las tiene, y los datos del resto son insuficientes.